Salud visual: Párpados
07.10.2021
Los ojos son una de las partes más vulnerables de nuestro cuerpo, expuestos a elementos u objetos extraños y estímulos del exterior. Necesitan ser protegidos de posibles agresiones, función que desempeñan los párpados; pero no es la única.
Antes de nada, describiremos la estructura del párpado; lo hacemos muy brevemente y sin entrar en grandes detalles, pero lo suficiente para comprender las diferentes funciones de esta parte de nuestro cuerpo. Desde el exterior hacia el interior encontramos:
- Piel: es la más fina de nuestro organismo, y se compone de epidermis y dermis.
- Capa muscular, encontramos tres músculos: el orbicular que se encarga de cerrar los párpados; el elevador del párpado que, como su nombre indica, eleva el párpado superior: y el músculo de Muller, casi indistinguible del músculo elevador, que se encarga de mantener el párpado levantado de manera inconsciente.
- Tarso: es una capa de tejido conectivo denso que constituye el esqueleto del párpado. En su interior se encuentran las glándulas de Meibomio, que producen la capa lipídica de la lágrima que evita que esta se evapore demasiado rápido.
- Conjuntiva: es la membrana mucosa que recubre la parte interior del párpado, permitiendo que este se deslice suavemente sobre el ojo. Cuando se inflama puede producir conjuntivitis.
Con esta visión (muy) general de la composición de los párpados pasamos a ver -y comprender- sus funciones:
- Protección: su forma permite que el ojo quede completamente cubierto cuando se cierra; así, estímulos mecánicos, ópticos y acústicos intensos (un objeto extraño, una luz intensa o un estruendo, por ejemplo) desencadenan un acto reflejo que provoca el cierre ocular.
- Ayudan a regular -junto con el iris- la cantidad de luz que llega a los ojos, de manera que los podemos entrecerrar ante el exceso de luz.
- Lubrican los ojos: al parpadear son segregadas una serie de sustancias, combinación de aceites, agua y mucinas que forman parte de la lágrima y que evitan que el ojo se reseque. También distribuyen la lágrima por toda la superficie del ojo de manera uniforme en cada parpadeo, acción que realizamos de forma refleja cada cinco segundos aproximadamente.