Salud visual: Esclera

23.12.2021

Coloquialmente conocida como "el blanco de los ojos", su auténtico nombre es esclera o esclerótica y junto con la córnea -a la que se une mediante el limbo esclerocorneal- conforman el globo ocular, al que dan la forma esférica. Podemos decir que es el esqueleto del ojo.

Cuando miramos a una persona de frente vemos una pequeña porción de ella, recubierta por la conjuntiva transparente que la protege. En la superficie que nos queda oculta a la vista se unen los músculos extraoculares encargados de los movimientos del ojo, y en el polo posterior se inserta el nervio óptico, atravesando las fibras nerviosas la esclera a través de una malla denominada lámina cribosa.

Es fibrosa, blanca y opaca, y distinguimos 3 estratos que la componen, de más interna a externa:

  1. Lámina fucsa: compuesta por fibras de colágeno y células pigmentadas (melanocitos).
  2. Estroma escleral: con abundantes fibras colágenas que ayudan a dar resistencia a la esclera.
  3. Episclera: delgada capa fibrovascular en la parte más superficial del ojo.

Hemos dicho que la esclera es blanca, como la porcelana, pero a veces puede sufrir cambios de coloración que sugieren diferentes afecciones:

  1. Color rojizo: inyección conjuntival y/o ciliar, o inflamaciones.
  2. Color azul: la esclera es muy fina y se transparenta; es el caso de los recién nacidos o después de inflamaciones.
  3. Color amarillento: indica ictericia.
  4. Color parduzco: puede haber ocronosis, que es una enfermedad que cursa con depósito de pigmento ocre en los tejidos.