Salud ocular: Desprendimiento de vítreo
Ya hemos mencionado el alguna ocasión el cuerpo o humor vítreo, un líquido gelatinoso que ocupa toda la cavidad posterior del ojo, justo detrás del cristalino. Está recubierto por una fina capa, la membrana hialoidea o hialoides y su función es la de dar forma al ojo y sostener la retina.
Cuando pierde su consistencia gelatinosa se vuelve más líquido y pierde firmeza, de manera que la membrana hialoidea puede separarse de la retina, a la que se encuentra unida; es lo que conocemos como desprendimiento de vítreo.
En ocasiones este desprendimiento de vítreo puede hacer que la hialoides "tire" de la retina y provoque un pequeño sangrado -hemorragia vítrea- o incluso un desprendimiento de retina.
La sintomatología asociada a esta condición incluye:
- Aparición repentina de miodesopsias o moscas volantes
- Fotopsias o destellos luminosos
- En ocasiones puede haber visión borrosa o cierta disminución de agudeza visual
Entre los factores de riesgo encontramos los siguientes:
- Edad: es un proceso asociado al envejecimiento y pérdida de consistencia del humor vítreo, por tanto, lo habitual es que se presente a partir de los 50 años
- Alta miopía
- Traumatismos oculares
- Cirugías oculares; es una complicación de la cirugía de cataratas, aunque poco habitual
- Procesos inflamatorios recurrentes, como la uveítis
Sobre todo cuando el desprendimiento es consecuencia del envejecimiento generalmente no requiere un tratamiento específico; se recomienda reposo para evitar tracciones sobre la retina que puedan derivar en un desprendimiento retiniano, evitar realizar movimientos de cabeza bruscos y el ejercicio físico. Esta situación de reposo la mantendremos durante unos 40-45 días, período en el que hay más posibilidades del desprendimiento de retina desde que se produce el de vítreo.
También es importante estar atentos a la sintomatología del otro ojo, pues hay probabilidades de que el desprendimiento se produzca también en él.