Salud ocular: Desprendimiento de vítreo

10.12.2020

Ya hemos mencionado el alguna ocasión el cuerpo o humor vítreo, un líquido gelatinoso que ocupa toda la cavidad posterior del ojo, justo detrás del cristalino. Está recubierto por una fina capa, la membrana hialoidea o hialoides y su función es la de dar forma al ojo y sostener la retina.

Cuando pierde su consistencia gelatinosa se vuelve más líquido y pierde firmeza, de manera que la membrana hialoidea puede separarse de la retina, a la que se encuentra unida; es lo que conocemos como desprendimiento de vítreo.

En ocasiones este desprendimiento de vítreo puede hacer que la hialoides "tire" de la retina y provoque un pequeño sangrado -hemorragia vítrea- o incluso un desprendimiento de retina.

La sintomatología asociada a esta condición incluye:

  1. Aparición repentina de miodesopsias o moscas volantes
  2. Fotopsias o destellos luminosos
  3. En ocasiones puede haber visión borrosa o cierta disminución de agudeza visual

Entre los factores de riesgo encontramos los siguientes:

  1. Edad: es un proceso asociado al envejecimiento y pérdida de consistencia del humor vítreo, por tanto, lo habitual es que se presente a partir de los 50 años
  2. Alta miopía
  3. Traumatismos oculares
  4. Cirugías oculares; es una complicación de la cirugía de cataratas, aunque poco habitual
  5. Procesos inflamatorios recurrentes, como la uveítis

Sobre todo cuando el desprendimiento es consecuencia del envejecimiento generalmente no requiere un tratamiento específico; se recomienda reposo para evitar tracciones sobre la retina que puedan derivar en un desprendimiento retiniano, evitar realizar movimientos de cabeza bruscos y el ejercicio físico. Esta situación de reposo la mantendremos durante unos 40-45 días, período en el que hay más posibilidades del desprendimiento de retina desde que se produce el de vítreo.

También es importante estar atentos a la sintomatología del otro ojo, pues hay probabilidades de que el desprendimiento se produzca también en él.