Salud ocular: Afecciones de la Conjuntiva
Ya vimos en el post anterior que la conjuntiva es una capa mucosa transparente que recubre al ojo; ahora veremos algunas de las condiciones que podemos encontrar en esta estructura.
Probablemente sea la alteración conjuntival más frecuente, e inocua; es un engrosamiento del tejido subepitelial, asintomático normalmente y que aparece en la hendidura palpebral; la edad avanzada, la exposición al sol, viento y polvo favorecen su aparición.
No requiere tratamiento, aunque en ocasiones se puede inflamar o irritar causando sensación de cuerpo extraño que aliviamos instilando lágrima artificial para lubricar y facilitar el parpadeo.
Especialmente prevalente en países con una alta exposición solar; histológicamente es igual a la pinguécula, aunque se diferencia de ella en que crece invadiendo la córnea, de forma que debe ser eliminado antes de entrar en el campo visual.
Hiposfagma o Hemorragia subconjuntival:
Es la rotura de uno de los vasos sanguíneos de la conjuntiva; puede ocurrir por un trauma o bien de forma espontánea, al toser o incluso al hacer un esfuerzo como levantar un peso.
A pesar de ser muy llamativa por tener lugar en una estructura transparente como la conjuntiva que permite ver toda la sangre, no requiere tratamiento, ya que desaparece en unas 2 semanas por sí sola al ser reabsorbida la sangre.
Cuando ocurre con frecuencia es conveniente hacer una analítica para ver si existe hipertensión arterial o alguna alteración de la coagulación.
Infiltrado calcáreo:
Depósitos cálcicos en la conjuntiva palpebral o tarsal que se forman por la calcificación de restos celulares conjuntivales degenerados. Tienen aspecto puntiforme blanquecino o amarillento y suelen ser asintomáticos, aunque si tienen suficiente tamaño pueden causar sensación de cuerpo extraño.
Xerosis conjuntival:
Desecación de la conjuntiva debida a la falta de vitamina A; por ello es rara en países desarrollados y una de las causas más frecuentes en los países en vías de desarrollo. Las células epiteliales mueren y son barridas en el parpadeo, acumulándose en la hendidura palpebral, donde suelen proliferar las bacterias.
Proceso inflamatorio que se caracteriza, entre otros síntomas, por hiperemia (ojo rojo por la dilatación de los vasos sanguíneos), quemosis (edema conjuntival), secreciones (legaña), folículos y papilas.
Dependiendo del tipo de conjuntivitis encontraremos
diferencias en estos signos mencionados, así como en su tratamiento, pues las
conjuntivitis pueden tener diferente etiología: bacteriana, vírica, alérgica,
por clamidia o irritativa.